Imagine que cuando vaya a cenar a un restaurante después de haber iniciado, de repente tiene la sensación de encontrarse satisfecho después de unos minutos de haber comenzado a comer. Esta sensación la cusa un electrodo que probablemente estará en el mercado dentro de 2 años. El implante se llama TANTALUS II el cual se basa en una tecnología llamada Modulación Contractual Gástrica (GCM, por sus siglas en inglés) y trabaja con electrodos adheridos a la parte superior del estómago, por donde llega la comida, y en la parte de abajo, a donde llega la comida. Durante la comida, cuando la comida llega al fondo del estómago, el aparato envía una señal al cerebro que da la sensación de estar satisfecho. Aparentemente, el aparato monitorea la ingesta de comida de cada individuo y siente la actividad gástrica adaptándose automáticamente a un protocolo de tratamiento diseñado por un doctor. La gente que ya cuenta con este dispositivo, comen hasta un cuarto de la comida que normalmente consumían. ¿Qué han demostrado las pruebas hasta el momento? Han tenido resultados bastante prometedores. En el estudio realizado a 12 personas, la perdida de peso fue de 10 kilos en las primeras 20 semanas y aquellos que continuaron con el estudio llegaron a perder hasta 17 kilos en un año. Los niveles de presión sanguínea y glucosa han presentado mejoras importantes. Es importante mencionar que los pacientes han presentado un poco de dolor y molestias. El pequeño aparato bloquea periódicamente la transmisión del nervio vago que controla la digestión y la poca información que se tiene muestra que puede desencadenar perdidas importantes de peso. Un estudio más largo se está llevando acabo y puede que logre la aprobación para su venta para el año 2010 en Estados Unidos. El implante no es nada barato ya que costará alrededor de 21 000 USD.