El Stuttgart se coronó este sábado campeón alemán al derrotar por 2-1 al Energie Cottbus en la última jornada de la Bundesliga.
Los goles del Stuttgart fueron marcados por Thomas Hitzlperger y Samuel Khedira.

El título del Stuttgart, el equipo más joven de la Bundesliga con un promedio de edad de menos de 26 años y con un presupuesto menor al de los grandes favoritos, es algo que nadie se hubiera atrevido a pronosticar a comienzos de la temporada.

Tras las primeras jornadas incluso se llegó a pensar en que el Stuttgart, que perdió los dos primeros partidos en casa, iba por mal camino y hubo quien llegó a ponerlo en la lista de candidatos al descenso.

El entrenador Armin Veh, un hombre tranquilo y reservado y para nada amigo de las grandes declaraciones, llegó a ser calificado en público por el presidente Erwin Staudt como un entrenador de transición.

Después las cosas empezaron a estabilizarse, el equipo empezó a ganar partidos y a ascender posiciones y de repente se encontró metido en la pelea con los tres favoritos, el Bayern -que quedó cuarto diez puntos por debajo- el Schalke y el Werder Bremen.

A Veh, esa situación pareció generarle algo de vértigo, porque repitió durante varias jornadas que a su equipo no se le había perdido nada “allá arriba”. Los jugadores parecieron ser de otra opinión porque no pararon de ganar partidos.

Muchos creían que la lucha era por el tercer lugar contra el Bayern y, desde Múnich, llegaron en su momento declaraciones poco respetuosas, de Uli Hoennes y Ottmar Hitzfeld, que decían que la caza del Stuttgart era para ellos sólo cuestión de tiempo.

El Bayern perdió el partido que se consideraba decisivo ante el Stuttgart por 2-0 pero eso no le bastó a los suavos. En las últimas ocho jornadas -en las que el Schalke y el Bremen dejaron muchos puntos por el camino- los muchachos de Armin Veh hicieron una recta final de infarto con ocho victorias sucesivas que al final les significó el título.

Al final, el título del Stuttgart es probablemente la sorpresa más grande de la historia del torneo alemán desde que en 1999 el Kaiserslautern, que acababa de ascender, se coronó campeón dirigido por Otto Rehagel.

El meta Timo Hildebrand, en su última temporada con el Stuttgart, tuvo un papel clave y su última acción clave fue en la penúltima jornada cuando salvó la victoria ante Bochum al parar un disparo a quemarropa en el tiempo de descuento.

El mexicano Pável Pardo, siempre trabajador y discreto, fue otro de los jugadores decisivos y hoy un gran pase suyo fue lo que antecedió al primer gol, marcado por Hitzlperger, cuando el Stuttgart perdía por 1-0.

Samuel Khedira, en su primera temporada en la Bundesliga, marcó el gol que aseguró el título. Y en los partidos anteriores jugadores como Roberto Hilbert o Mario Gómez tuvieron grandes actuaciones que les significaron su ingreso a la selección alemana.

El Schalke, que derrotó hoy por 2-1 al Arminia Bielefeld, queda segundo, después de haber sido líder durante buena parte de la temporada y haber cedido el primer lugar en la penúltima jornada, al perder el derbi de la cuenca del Ruhr ante el Dortmund por 2-0.

Fuente: EFE

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