El huevo del que hablamos es un huevo de dinosaurio el cual fue rescatado hace dos años en Melbourne, Australia, durante una operación policial contra el comercio ilegal de fósiles. Y este lunes, después de un largo proceso diplomático, pasó de nuevo a manos argentinas.El antiquísimo huevo forma parte de un contingente de más de 120 kilos de peso en fósiles, que fue devuelto por las autoridades australianas al embajador argentino en Canberra. Éste es sólo un pequeño episodio dentro del mercado negro internacional de fósiles, en el cual Argentina es un blanco por tener uno de los principales yacimientos de fósiles del mundo. “Estamos en el trámite de repatriar varias toneladas de fósiles”, le dijo a BBC Ciencia el Dr. Américo Castilla, Director Nacional de Patrimonio y Museos de Argentina. “Lo que sucede es que Argentina es un gran yacimiento. Ha tenido muchísima vida hace millones de años y hay enormes vestigios y yacimientos como sólo los hay igual en Mongolia”. Cada año científicos de todo el mundo hacen trabajos de investigación en los yacimientos argentinos, muchos de ellos situados en lugares desérticos. Según Castilla algunas personas se aprovechan de esta circunstancia para alimentar el tráfico ilícito de estos objetos. Los fósiles traficados son a menudo trasladados a través de terceros países, o países de tránsito, hasta llegar a los coleccionistas finales. Los fósiles recuperados este lunes por Argentina fueron confiscados por la policía australiana cuando iban de camino a Estados Unidos. Precisamente ese país es, según Castilla, el destino más habitual. “Estados Unidos no se ha plegado a muchas de las convenciones mundiales de la UNESCO”, le dijo a BBC Ciencia. En 2006 Interpol recuperó en una feria de Arizona, Estados Unidos, centenares de huevos de dinosaurios patagónicos que habían sido sacados ilegalmente de Argentina. Los huevos fosilizados se vendían en el mercado ilegal por unos US$4.000 cada uno.  Castilla, que preside además el Comité de lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales, asegura que con la colaboración sistematizada de varias instituciones y una política firme este tipo de comercio ilegal “se está haciendo cada vez más difícil”. No obstante, dice, anular el tráfico ilícito de fósiles “es como pretender anular la prostitución o la droga. Siempre va a haber quien transgreda”. Según Castilla, gracias a las campañas de información pública en Argentina la gente va tomando una mayor concienciación sobre el tema. “Anteriormente, era usual escuchar en una reunión social que alguien dijese que tenía piezas prehispánicas, arqueológicas o fósiles… esto no era considerado un hecho socialmente repudiable. Hoy en día, está más claro que es repudiable”, concluyó. Fuente: BBC