Cuando Ashley expresó su deseo de viajar por Estados Unidos haciendo auto stop, su madre le propuso una alternativa: enviar a su osita de peluche ‘Carmen’ a viajar por ella. Así fue como esta niña de diez años de una comunidad rural de Iowa, en el centro de ese país, que en ese momento sufría de cáncer, pudo abrirse una ventana al mundo. Más tarde, Marieta Irwin publicó esta historia en un libro para adolescentes de la colección Chicken soup for the preteen soul (Sopa de pollo para el alma del adolescente). Si bien la historia tuvo lugar hace casi 10 años, el relato sigue emocionando a jóvenes y adultos por igual, tanto que aún hoy Marieta y Ashley continúan recibiendo correos preguntando por la suerte de Carmen. Ashley tiene ahora 20 años, se ha recuperado de su enfermedad y estudia Economía en la Universidad. Marieta conversó con BBC Mundo sobre esta particular aventura. Carmen es un oso de peluche que le regalaron a mi hija cuando estaba en el hospital. Le habían diagnosticado una forma rara de cáncer de neuroblastoma. Ella tuvo que ser internada varias veces y entonces comenzó a sentirse nerviosa ante situaciones y cosas nuevas. Un día, estábamos mirando un programa de televisión donde un reportero viajaba por Estados Unidos haciendo dedo, y Ashley comentó que le gustaría hacer algo similar. Como en ese entonces Ashley tenía 9 o 10 años, buscamos una alternativa, una manera de que pudiera viajar por todo el país, sin salir de la casa, y así fue como nació la historia de Carmen. Colocamos a la osita en un pequeño bolso, junto con un diario de viaje y una carta que Ashley escribió para quien encontrara a Carmen en su camino. La idea era que la gente contase un poco de sí misma en la bitácora. También le incluimos un monedero con unos dólares para que al final del viaje la enviasen de regreso. Carmen llegó a mediados de septiembre y me asombró muchísimo la reacción de la gente, su calidez. Yo esperaba que regresara el oso solo, pero Carmen llegó en una caja repleta de cosas y recuerdos de todos los lugares que había visitado. Había fotos, un collar de cuentas de Oklahoma, un bolsito de Disneyland, un sombrero de paja para protegerla del sol de Wisconsin. Después del primer viaje, Carmen hizo cuatro o cinco más, incluso fue a Alemania. Pero del último viaje, ya no regresó. El último destino desde el que volvió fue Hawaii. Más fotos … Fuente: BBC