El famoso naturalista australiano Steve Irwin, más conocido como “el cazador de cocodrilos”, murió tras ser atacado por una raya venenosa. El accidente ocurrió mientras realizaba una filmación submarina para un documental en la Gran Barrera Coralina, cerca de Port Douglas, en el nordeste de Australia. Se cree que el aguijón de la raya le atravesó el corazón. Un equipo médico acudió en helicóptero al lugar, pero no pudo salvarle la vida. Según informes, su esposa Terry y sus hijos Bindi y Bob volaron de la ciudad de Brisbane, donde viven, a Cairns, cerca de donde ocurrió el accidente, para buscar su cadáver.