El Gobierno de Rumania determinó restituir el castillo del legendario príncipe Vlad Tepes III, “El empalador” (1428-1476), a su legítimo heredero, Dominic von Habsburg, descendiente de esa dinastía europea.

El castillo, construido en 1212 en Bran, Transilvania, es el mismo en el cual, a finales del siglo XIX, el escritor irlandés Bram Stoker ambientó su célebre novela “Drácula”, personaje de ficción basado en la figura histórica de Vlad Draculea (Tepes), el príncipe de Valaquia, región que posteriormente formó con Moldavia el reino de Rumania.

Dominic von Habsburg, de 67 años, es un ingeniero estadounidense residente en Nueva York, pero que pasó su infancia en el castillo, luego de que en 1920 los habitantes de la vecina ciudad de Brasov regalaron el sitio a la Reina María de Rumania, abuela de von Habsburg.

Con la llegada de los comunistas al poder el castillo fue nacionalizado y en 1947 el príncipe von Habsburg tuvo que salir del país, huyendo Suiza, Argentina, Italia y Estados Unidos, donde reside desde hace ocho años.

Si bien durante años intentó negociar con las autoridades rumanas la restitución de la propiedad familiar, sólo la promulgación de una nueva ley aprobada en el Parlamento rumano con motivo de la integración del país en la Unión Europea a partir de 2007, le ha permitido reclamar y obtener la titularidad del castillo.

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