El piano de cola que Frederic Chopin tocó en su ultimo concierto fue encontrado en una casa de campo inglesa, gracias a la investigación de un erudito de la música suizo.

“Llegó como un rayo caído del cielo”, dijo el coleccionista británico Alec Cobbe después de descubrir que el piano que compró hace 20 años por 2 mil libras es una pieza de la historia de la música.

El instrumento estuvo desaparecido durante más de 150 años tras la muerte del compositor, hasta que el profesor Jean-Jacques Eigeldinger investigó los libros de cuentas del fabricante de pianos francés Camille Pleyel.

El estudioso, que había conocido a Cobbe en una conferencia sobre el músico, fue a ver al coleccionista armado con los detalles de dónde y a quién se habían vendido los pianos de Pleyel.

Pero el numero de serie le permitió identificar el piano de Cobbe como uno de los que el compositor polaco compró en Gran Bretaña durante su gira de despedida en 1848.

“Fue un momento realmente raro” aseguró Cobbe, coleccionista de instrumentos antiguos. “Sólo se conocen otros tres pianos que hayan sido propiedad de Chopin. Hay uno en París y otro en Mallorca, pero ninguno de los dos funciona. El último está en Varsovia (…) El nuestro funciona perfectamente. Hay algo muy especial cuando lo tocas”, agregó.

Antes de dejar Gran Bretaña para volver a París después de la que sería su última gira antes de morir, Chopin compró el piano de Pleyel a una aristócrata inglesa llamada Lady Trotter.

Legado a uno de sus familiares, el piano terminó en una casa de campo antes de ser subastado y comprado posteriormente por Cobbe a un comerciante de piezas antiguas.

El piano del músico polaco forma parte de la colección de instrumentos musicales de Cobbe expuesta en Hatchlands, una casa de campo gestionada por la National Trust británica en el condado de Surrey, al sur del país.

Fuente: Reuters

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