La suavidad del actual invierno moscovita y londinense dificultó el jueves una partida de ajedrez con piezas de hielo que se jugó de forma simultánea en el centro de Moscú y de Londres. Las piezas de ajedrez, de un metro de altura, comenzaron a desaparecer antes de que la partida se iniciara, y los dos equipos, que se enfrentaban en Trafalgar Square (Londres) y en la Plaza Pushkin (Moscú), disponían únicamente de 30 segundos para cada movimiento. Las suaves temperaturas en las dos capitales -cinco grados en Moscú y 12 en Londres- dificultaron la partida, que duró cerca de una hora. Para hacer más curioso el episodio, el torneo, en el que participaron dos equipos capitaneados por el ex campeón mundial ruso Anatoli Karpov, y el gran maestro británico Nigel Short, terminó en empate o “tablasâ€. El término de la disputa fue propuesto por el propio Karpov, a pesar de que tenía una posición ventajosa, informó la agencia oficial rusa Itar-Tass. “Ha sido un verdadero choque de pasiones que, sin lugar a dudas, servirá para dar promoción al ajedrez”, dijo Kárpov al término de la partida. Todas las jugadas se hicieron por decisión de los dos pequeños ajedrecistas de ambos equipos, los niños prodigios ruso Konstantín Sávenkov, de siete años, y su rival londinense, Darius Parvizi-Wayne, de ocho, según aseguró Kárpov. Short dijo durante un puente televisivo establecido con este motivo entre ambas capitales que fue una partida “brillante”, en la que Moscú “demostró un auténtico estilo ruso”. Las 32 piezas de ajedrez para esa partida fueron esculpidas por artistas rusos de bloques hielo traídos a la capital rusa desde los Urales. Otro enorme tablero, también de 64 metros, fue instalado en Londres. Por acuerdo de los organizadores del torneo, los artistas que esculpieron las piezas de ajedrez moldearon las figuras de los reyes y reinas en forma de los edificios más emblemáticos de ambas capitales. En el caso de Moscú, el rey tenía la forma del Ayuntamiento y la reina de la famosa torre Spásskaya del Kremlin, mientras que Londres fue representado por la torre del reloj Big Ben y por el Gherkin, el emblemático rascacielos en forma de pepino, obra de Norman Foster. La primera en la historia del ajedrez partida de este tipo dio comienzo al tercer festival “Invierno Ruso” en Londres organizado por los Ayuntamientos de ambas capitales. Dentro del programa conjunto de actividades, Moscú y Londres en invierno del año pasado habían intercambiado unas copias de hielo de sus símbolos arquitectónicos. Así, en la plaza Pushkin fue colocada una réplica de hielo de la torre del Big Ben del Westminster, de seis metros de altura, mientras que en la Trafalgar de Londres se instaló una reproducción de la Catedral de San Basilio de la plaza Roja. Fuente: AFP/EFE<