El cuerpo de un peregrino de la Edad Media hallado en excavaciones en un cementerio de Iena, en Turingia (centro-este de Alemania), fue momificado según las técnicas del antiguo Egipto, revelaron arqueólogos alemanes tras varios años de análisis. El esqueleto fue descubierto en 2002 por un equipo de arqueólogos durante investigaciones de tumbas que databan del medievo, cerca de la iglesia de San Miguel, de Iena. Junto a otros 78 restos, el cráneo atrajo la atención de los especialistas debido a una sustancia negra que se encontraba cerca de las cavidades de la nariz y del ojo izquierdo. Después de tres años de análisis, entre 2003 y 2006, los investigadores constataron que la sustancia negra era bitumen. “Esta técnica de embalsamamiento es típica del antiguo Egipto”, explicó a la AFP Sandra Bock, antropóloga del Instituto de Arqueología y de Conservación de Monumentos de Turingia, quien participó en las excavaciones. “Esta consiste en introducir bitumen en el cráneo a través de los orificios nasales, tras haber quitado el cerebro y las meninges” (membranas que lo recubren), agregó. Otro enigma que dejó por largo tiempo perplejos a los investigadores es el hecho de que una persona fallecida en el siglo XIII y momificada, según un procedimiento del antiguo Egipto, pudo haber sido enterrada en Iena. Los análisis isotópicos han permitido precisar que se trataba de un habitante de Turingia. “Se trata de un alemán, de estatura robusta, de alrededor de 1,70 metros”, precisó la antropóloga. “Suponemos que murió en Oriente, precisamente en Egipto, donde esta técnica de embalsamamiento es muy particular y no se utiliza fuera de Egipto”, señaló. El hombre habría muerto en esa región durante un peregrinaje y habría sido momificado para poder repatriar su cuerpo a su tierra natal, según los investigadores. El hecho de que sus restos hayan sido transportados miles de kilómetros, así como los materiales utilizados y lo raro de esta técnica, permiten asimismo pensar que el hombre pertenecía a una clase social alta de Turingia. La momia hallada en 2002 en Iena, que data de la Edad Media, es la primera de este tipo encontrada en Europa, según los científicos. “Las prácticas de embalsamamiento eran conocidas en el Egipto del medievo, pero no eran practicadas desde hacía centenares de años”, precisó Sandra Bock. Fuente: AFP