Con el fin de preservar para siempre a uno de sus fallecidos integrantes, una familia inglesa transfomó las cenizas de un pariente en un diamante sintético. Mick Egan, quien murió el año pasado de una hemorragia cerebral, fue convertido en un diamante de varios kilates, el que fue llevado por su hija durante su ceremonia de matrimonio. La piedra fue realizada en 24 semanas por una compañía estadounidense, que logró crear el diamante tras un proceso químico de extracción de carbón de las cenizas del difunto, calentándolas a temperaturas muy elevadas, para así convertirlas en grafito adiamantado. Tras la obtención del diamante en bruto, la compañía cortó la joya de acuerdo a las especificaciones de la familia inglesa, consignó Ansa. “Creemos que a él le hubiera encantado la idea”, declaró la viuda Susan Egan. Fuente: ORBE