La parte final del recorrido a pie de la antorcha olímpica en París tuvo que ser cancelado ayer debido a las fuertes protestas anti China, fue el último capítulo de una jornada complicada el recorrido que realiza el fuego olímpico previo a los Juegos Olímpicos de Bejing 2008.

Una portavoz de la policía dijo que la llama será trasladada en un vehículo en el último tramo de la ruta, un estadio en el sur de París. La decisión de cancelar la última parte del recorrido se produjo tras una intensa jornada de protestas. El fuego debió ser extinguido al menos cinco veces durante su recorrido de relevos a través de París.

A pesar del amplio dispositivo de seguridad, con 3 mil agentes de policía emplazados, al menos dos activistas lograron acercarse a la llama antes que pudiesen ser frenados. De acuerdo con la policía, 28 personas fueron arrestados debido a los incidentes.

La policía arrojó al piso a varios manifestantes e incluso arrestó a uno de los activistas que le lanzó agua a la antorcha, aunque no pudo extinguirla. También tuvo que rociar gas lacrimógeno para dispersar a los activistas que bloquearon la ruta.

El fuego debió ser introducido en un autobús, aparentemente para alejarla de los manifestantes. Un atleta en silla de ruedas transportaba la antorcha cuando, al salir de un túnel, fue detenido por individuos que abucheaban y coreaban, ”Tíbet, Tíbet”. Fue la segunda vez en pocos minutos que agentes del orden extinguieron la llama.

En otro incidente, Sylvain Garel, un activista del Partido Verde, debió ser frenado por funcionarios de seguridad al tratar de alcanzar a Stephane Diaga, un ex campeón mundial de los 400 metros con vallas, cuando éste portaba la antorcha al comienzo del relevo desde el primer piso de la torre Eiffel.

”Es inadmisible que los Juegos sean albergados en la prisión más grande del mundo”, dijo Garel.

En una tercera ocasión, la policía interrumpió el relevo al avistar a manifestantes en el horizonte. Luego que la antorcha fue colocada en un autobús, los manifestantes arrojaron botellas de plástico, vasos y migajas de pan al vehículo y al atleta en silla de cuerdas que llevaba la antorcha.

También desapareció de la vista una cuarta vez cuando un manifestante se acercó con un extinguidor cerca del museo de Louvre. La policía pudo agarrar al individuo antes que pudiera rociar.

La llama volvió a ser llevada al interior del autobús en las afueras de la Asamblea Nacional, donde grupos de manifestantes se congregaron. La sede del ayuntamiento de la ciudad colgó en su edificio un cartel con la leyenda: ”París defiende los derechos humanos alrededor del mundo”.

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El domingo, la policía de Londres repetidamente se enfrentó con manifestantes que protestaban contra el abuso de los derechos humanos en China y la reciente represión en el Tíbet. Uno intentó llevarse la antorcha, mientras que otro trató de apagar el fuego con lo que pareció ser un extinguidor.

Este es el recorrido global de la llama más largo en la historia olímpica. El objetivo de China desde en un comienzo fue mostrar al mundo su poderío económico y político, pero los activistas han logrado aprovechar la coyuntura para criticar la situación de los derechos humanos en el país. Las justas en Beijing se realizarán entre el 8 y 24 de agosto.

Se esperan más protestas cuando la llama llegue a San Francisco, Nueva Delhi y posiblemente en otros lugares dentro de su recorrido de 21 paradas en seis continentes antes de llegar a China continental el 4 de mayo.

La policía de París se desplazó a pie, automóvil, motocicleta y hasta en patines para vigilar de cerca a los encargados de llevar la antorcha. Tres botes patrullaron el río Sena y un helicóptero sobrevoló la ciudad, según la policía.

Los manifestantes escalaron la torre Eiffel, además de la catedral de Notre Dame, colgando carteles en los que los anillos olímpicos lucían como esposas.

La policía informó que de inmediato no se podía proporcionar una cifra de arrestos. Mireille Ferri, una dirigente del Partido Verde, dijo que estuvo detenida durante dos horas porque se acercó a la torre Eiffel con un extinguidor. En varios lugares alrededor de la ciudad, manifestantes ondearon banderas del Tíbet y agitaron carteles con la frase ”la llama de la vergüenza”.

El ex ministro de Deportes de Francia, Jean-Francois Lamour, enfatizó que si bien la antorcha fue apagada, el fuego nunca dejó de arder en el farol en el que se le coloca de noche o para sus traslados aéreos.

”La antorcha fue apagada, pero el fuego sigue ahí”, dijo Lamour a radio France Info.

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