Científicos argentinos y bolivianos presentaron ayer el descubrimiento de las primeras huellas encontradas en “perfecto” estado que dinosaurios raptores dejaron en el mundo hace unos 68 millones de años, una de las especies más inteligentes que habitaron sobre la tierra en ese período.

El estudio de los rastros de estos dinosaurios, entre los cuales están los “velociraptores” permitió profundizar el conocimiento que se tiene sobre su fisonomía. Hasta el hallazgo presentado ayer, no se habían encontrado huellas firmes de estas criaturas que vivieron durante el período Cretácico, que duró desde hace 145 millones de años hasta hace 66 millones.

Por este motivo se creía erróneamente que los raptores vivían sobre los árboles, lo que quedó totalmente refutado con las nuevas evidencias, que además confirmaron que estos “primos de las aves” vivieron en Sudamérica.

La investigación llevada a cabo por Sebastián Apesteguía, argentino, y Giovanni Ríos Cordero y Omar Medina, de Bolivia, demostró que aunque se creía que estos dinosaurios tenían el segundo de sus cuatro dedos levantados en posición de ataque, se trataba de un “medio dedo” que terminaba con una garra sobre el metatarso, que se apoyaba en el suelo.

Los tres rastros de huellas que dejaron los raptores fueron hallados este año en el Parque Nacional Toro Toro, en Potosí, Bolivia, y datan de unos 68 millones de años, un dato revelado por las pericias sobre las composición de las rocas alrededor del hallazgo.

También, se confirmó que los raptores habitaron en Sudamérica, lo que hace poco se desconocía debido a que sólo habían aparecido restos fósiles en Norteamérica y China, lo que cambió a partir de los últimos años, cuando se encontraron huesos de Buitreraptor y Neumelagia en territorio argentino.

La reconstrucción, de unos 30 centímetros de alto y 15 de largo, demostraba que entre los dos dedos que se apoyaban completamente en el suelo y uno más pequeño a un costado del pie, el raptor tenía un “medio dedo” que tenía una garra apuntando hacia más arriba que el resto.

“La evidencia encontrada confirmó que el raptor vivía con los pies en la tierra, por lo que se elimina cualquier especulación sobre su forma de vida”, afirmó Apesteguía, “además los rastros hallados son de raptores descomunalmente grandes”.

Si bien los rastros encontrados en Asia y Norteamérica pertenecían a animales de un metro de altura, los descubiertos en Bolivia eran considerablemente mayores.

De hecho la reconstrucción demuestra que sólo apoyaban los dedos y que el pie se extendía hasta un talón ubicado a unos 30 centímetros del suelo, detalle que según Apesteguía “les permitió apoyarse en el mundo hace 150 millones de años”.

El tamaño es un elemento más de los que se desconocen popularmente sobre los raptores, pues tampoco se sabía que tenían un plumaje y las manos extremadamente grandes, que al replegarse sobre los brazos como un ave tal vez les permitía volar o al menos planear.

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