El príncipe consorte Enrique, esposo de la reina Margarita de Dinamarca, ha reconocido en una entrevista a la revista “Ud & Se” que ha probado la carne de perro y se ha declarado a favor de su consumo, a pesar de su conocido amor por estos animales. “No me molesta en absoluto que se coma carne de perro. Los perros que se comen han sido normalmente criados para ello, igual que se hace con los pollos. No han vivido con una familia”, dice el príncipe en el número de mayo de la revista, editada por la red estatal de ferrocarriles DSB. Enrique, quien incluso llegó a dedicarle un poema a un can ya fallecido de nombre Asterix, dice haber probado alguna vez la carne de perro -“y casi cualquier cosa que se pueda comer”, añade- y que su sabor recuerda al de la de ternera. Las confesiones del príncipe consorte han provocado críticas en los medios, fundamentalmente, en el tabloide “Ekstra Bladet”, que le ha reprochado que afirme eso dada su condición de protector del Club Danés de Cría de Perros. Esa asociación y grupos de defensas de los animales mostraron su oposición a comer carne canina y recordaron la forma en que son matados los perros, pero han evitado criticar al príncipe y han atribuido sus opiniones a una diferencia cultural, ya que pasó parte de su infancia en Asia, donde el consumo de esta carne es común.