Un hecho curioso marcó el pleito amistoso que jugaron Alemania y Dinamarca en suelo teutón. Y este no pasó por el marcador o alguna acción de los futbolistas, técnicos o hinchas. Resulta que en medio del partido, se abrieron las mangueras con las cuales se riega el pasto del coliseo, lo que obligó a suspender por algunos minutos el normal desarrollo del cotejo. Los encargados del mantenimiento rápidamente pusieron las cosas en su lugar, no así los jugadores germanos. Y es que los pupilos del DT Joachim Löw cayeron ante los “vikingos†por la cuenta mínima, tras la anotación de Bendtner (81). Fuente: Terra.cl