Nevadas de color amarillo, negro y gris sorprendieron hoy a los habitantes de la aldea Sabo, en el norte de la isla rusa de Sajalín, en el Pacífico, informó el Ministerio de Situaciones de Emergencia. El extraño fenómeno también se vio en las inmediaciones de la ciudad de Ojá, en la parte septentrional de Sajalín, indicó un portavoz de esa cartera a la agencia Interfax. Las organizaciones ecologistas han exigido a las autoridades investigar el suceso ante el temor de que la nieve colorada sea peligrosa para la población. Natalia Tkachova, jefa de la administración de Sabo, entregó muestras de la nieve sospechosa a la Inspección de Defensa del Consumidor en Ojá para esclarecer el misterio. Según testigos, en los lugar donde se derrite esa nieve quedan manchas oleosas de color amarillento y un olor peculiar. El portavoz añadió que la nieve no presenta contaminación radiactiva y su análisis químico estará listo la próxima semana. Por el momento, los expertos opinan que el misterio de la nieve de color no es otra cosa que una particular consecuencia la actividad del volcán Ebeko, en la isla de Paramushir, cerca de Sajalín. En las últimas dos semanas, este volcán arrojó humo, gas y ceniza a hasta dos kilómetros de altura y pudo colorear de negro y gris la nieve que cayó en la aldea rusa. El color amarillo puede indicar que en la nieve hay partículas de azufre, elemento característico de las actividades volcánicas.