En el Polo Norte, en un lugar remoto se ha colocado la primera piedra de un peculiar sitio. Es una bóveda diseñada para guardar, en caso de una catástrofe, una enorme colección de todas las variedades de semillas conocidas por el hombre. Se espera que, eventualmente, la “bóveda del juicio final” contenga unos tres millones de muestras de semillas procedentes de todo el mundo. Quedarán almacenadas en las profundidades de una montaña ártica, empaquetadas en aluminio, rodeadas por muros de un metro de ancho, reforzados de concreto y puertas blindadas. Más de 100 países han apoyado el proyecto de la bóveda ártica que, se espera, salvaguarde la diversidad de cosechas del planeta en caso de una catástrofe global. El proyecto se construye en una de las remotas islas Svalbard al norte de Noruega, a unos 1.000 kilómetros del Polo Norte. Esta es la primera vez que se diseña un proyecto internacional de este tipo, con el propósito de conservar parte de la biodiversidad del mundo. La instalación quedará protegida con puertas herméticas de acero, detectores de movimiento y los osos polares nativos que pasean en el exterior. Según sus diseñadores, esta bóveda será el edificio más seguro de este tipo que se construya en el mundo. El ministro de agricultura de Noruega, Terje Riis-Johansen la ha llamado, “un Arca de Noé en Svalbard”. El propósito de la bóveda, dicen sus creadores, es asegurar la supervivencia de la diversidad de cosechas del mundo en caso de una epidemia de plantas, guerra nuclear, desastre natural o cambio climático. También intenta ofrecer al mundo la posibilidad de volver a comenzar el cultivo de cosechas alimenticias que en caso de un desastre fueran destruidas. Con temperaturas de menos 18º Centígrados, las semillas podrían durar cientos o incluso miles de años. Incluso si todos los sistemas de refrigeración fallaran, dicen los científicos, la temperatura en la montaña nunca superaría la temperatura de congelamiento debido al permafrost, la capa de hielo perpetua de la región. La bóveda será administrada por el Fondo Global de Diversidad de Cosechas, fundado en 2004