Un elefante chino superó su adicción a la heroína con un tratamiento para humanos a base de metadona. El animal, llamado Gran Hermano, vivía en la provincia sureña de Yunnan, en la frontera china con Myanmar, donde unos traficantes de elefantes comenzaron a alimentarlo con plátanos que contenían heroína para obligarlo a guiar a la manada al lugar donde pensaban venderla ilegalmente. La adicción llegó a ser tan fuerte que el elefante babeaba y rugía cuando no recibía su dosis de droga. Los traficantes consiguieron que dirigiera a la manada hasta el bosque donde pretendían vender a todos los animales, pero fueron detenidos por la Policía forestal antes de hacerlo. Tras ser rescatado, el elefante comenzó a sufrir el síndrome de abstinencia y, como no conseguía superarlo por sí mismo, sus cuidadores optaron por administrarle un tratamiento a base de metadona. Además, durante el año que duró su rehabilitación siguió una estricta dieta a base de hierba fresca, caña de azúcar y fruta, además de recibir masajes y baños frecuentes. El elefante, ya totalmente recuperado, volverá pronto a la selva, según sus cuidadores.