Además de nuestra familiaridad con los navegadores y marcadores, conocemos tres o cuatro cosas sobre la historia de la red.

Muchos usuarios saben, por ejemplo, que el físico británico Tim Berners-Lee la desarrolló en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), situado cerca de Ginebra, Suiza.

Pero los detalles sobre el crecimiento de la red mundial son poco conocidos, entre otras cosas porque todavía no se ha escrito la historia definitiva de cómo ocurrió.

Un día clave fue el 6 de agosto de 1991, hace exactamente 15 años, cuando Berners-Lee publicó su código en ciernes del World Wide Web (www) en el boletín de noticias alt.hypertext de USENET para que los demás usuarios pudieran experimentar.

A principios de los ’90 la posibilidad de acceder por una vía común a la información almacenada en muchas computadoras diferentes tenía un gran atractivo, dijo Paul Kunz, científico del Centro del Acelerador Linear de Stanford (SLAC, por sus siglas en inglés), Estados Unidos.

Él fue el primero en establecer un servidor web fuera de Europa, en diciembre de 1991.

Hasta ese momento, según él, las computadoras eran islas de información. Con una contraseña, sólo se podía acceder a los recursos distantes de máquinas individuales.

Cambiar de computadora implicaba tener que volver a usar la contraseña y probablemente recurrir a un conjunto de comandos diferentes para buscar y obtener los datos.

Kunz comenzó a interesarse por la red cuando Berners-Lee mostró cómo se le podía emplear para consultar una base de datos de artículos sobre física, en una computadora central IBM.

“Yo sabía como debían aparecer los resultados en la pantalla y eran idénticos en el navegador web”, explicó Kunz.

El servidor establecido por Kunz les permitió a los físicos acceder a cerca de 200.000 resúmenes de artículos con una facilidad sin precedentes.

Esto resultó tan útil que pronto los científicos del CERN, en Europa, comenzaron a hacer búsquedas en la base de datos a través de la página web de SLAC, en EE.UU., en vez de usar la copia que tenían en su propia red.

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